jueves, 25 de septiembre de 2014

Batido de arándanos azules y levadura de cerveza.

¿Te sientes cansad@ habitualmente? ¿Realizas grandes esfuerzos intelectuales que te exigen máxima concentración y además podrían deteriorar tu visión? ¿Te gusta tomar alimentos de colores divertidos? ;)

Si la respuesta es sí a estas tres preguntas, traigo una mini receta que te va a ayudar: BATIDO DE ARÁNDANOS AZULES Y LEVADURA DE CERVEZA.





Su elaboración es de lo más sencillo. Pasar por la batidora un buen puñado de arándanos azules frescos (y bien lavados), tres cucharaditas de levadura de cerveza y leche. Podemos añadir un poquitín de azúcar, sirope de agave o un chorreón de miel para endulzar. Obtendrás una divertidísima mezcla, ¡ya que el batido será de color completamente lila! Su sabor es suave, con el toque dulce de los arándanos y ese sabor a "malta" de la levadura de cerveza. Yo la compro en escamas. Además, si os loo tardáis en beber unos minutos, notáis como la mezcla "burbujea", eso se debe al posible inició de fermentanción que ha iniciado la levadura de cerveza (aunque es un tipo de hongo muy diferente al que usamos para amasar pan).

¿Cuáles son las propiedades de cada ingrediente?

ARÁNDANOS AZULES

Son ante todo, una gran fuente de antioxidantes (gran presencia de flavonoides) y de vitamina C. Lo que quiere decir que todos los tejidos de nuestro cuerpo nos lo van a agradecer.
A diferencia de los arándonos rojos, archiconocidos como remedio para las infecciones de orina, los azules favorecen las funciones cerebrales, especialmente la capacidad de concentración y memoria. Y como ya sabemos las que nos pasamos horas y horas delante de un libro lo que nuestra visión se resiente, los arándanos azules no nos deben faltar. Mejoran la visión nocturna y previenen la degeneración macular. También ayudan a mejorar la circulación, por tanto es importante para controlar la tensión ocular, que a veces se resiente si tienes miopía elevada.
Por último, y como buena fruta, poseen mucha fibra, a lo que hemos de añadir que protegen nuestras encías (cosa que os interesará si las tenéis sensibles o inflamadas).

LEVADURA DE CERVEZA

La levadura de cerveza es una fuente de energía, primer paso para controlar el cansacio. Tiene la bondad de ayudarnos a quemara las grasas y los hidratos de carbono para transformalos en energía de uso inmediato, que quemaremos, bien gracias al estudio o al deporte. No contiene azúcares y también ayuda a controlar la tensión.
Es riquísima en vitaminas del grupo B, Zinc y Biotina (tan famosa para el cuidado de la piel y del cabello).
Al igual que el yogur, nos ayuda a regenerar nuestra flora intestinal tras un tratamiento de antibióticos que la ha podido dejar mermada. También es rica en ácidos grasos insaturados si hemos decidido batallar contra el colesterol o prevenirlo.
Para vegetarianos, es un buen suplemento alimenticio, pues está bien abastecido de proteínas y minerales (zinc, níquel, cromo, magnesio, potasio, hierro, sílice).

La opción de mezclar estos ingredientes con leche le dará un aporte extra de proteínas, y por supuesto, calcio para ayudar a cuidar nuestros huesos. Para los intolerantes a la lactosa, hoy en día se pueden encontrar leches bajas en lactosa o sin ella. La leche de cabra y la de oveja son especialmenre digestivas y ricas en calcio y minerales.

No recomiendo mezclarlo con leche de almendras, salvo que se precise un aporte calórico extra o esta sea casera y no contenga tanto azúcar como las comerciales. Podría ir muy bien con los preparados de avena siempre que no lleven muchos azúcares. Y respecto de la "famosísima y milagrosísima" leche de soja...mi respuesta es un NO rotundo a este preparado. Soy enemiga de los compuestos de soja y de ingerirla de cualquier modo que no sea en brotes y en cantidades muyy moderadas. En otra entrada explicaré mis razones, pero os adelanto una, como dice la canción, NACÍ EN EL MEDITERRÁNEO, y por lo tanto, me atengo a la dieta clásica que han seguido mis antecesores, fenicios, griegos y romanos. No todas a todas las personas les sientan igual todos los tipos de alimentos, y aunque creamos que no, la procedencia geográfica influye. Cada uno tiene sus puntos fuertes y debilidades, unos somos genéticamente más propensos a padecer unas cosas, y otros, otras,

¿Os animáis a probar un batido de color lila y a recargar vuestras pilas?


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